En el día de su inaguración, no cabía ni un alma en el Bar Pigor de Estella, al cual acudieron Patxi Puñal, César Cruchaga y un jovencísimo Oier. Los jugadores de Osasuna agradecieron el apoyo de la afición de Estella, firmaron autógrafos y posaron para las fotos. También, recibieron un premio de manos del socio más pequeño, el niño Markel Ros Isaba.